Turismo después de la pandemia, una nueva normalidad

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Turismooo


La pandemia arrasó el mundo durante dos buenos años. Con algunas excepciones durante los meses de verano, viajar, especialmente a países lejanos, era prácticamente imposible. ¿Qué queda de esta época y qué consecuencias tiene la pandemia en el futuro del turismo? 


En los últimos dos años, el Centro de Investigación en Turismo y Transporte de la Universidad de Malaga ha encargado a varios grupos de expertos nacionales e internacionales realizar una evaluación en profundidad de la situación y evaluar las perspectivas inmediatas como las características del hachís CBD. Los informes de estos expertos, que están a disposición del público, pusieron de relieve muchas incertidumbres y demostraron que un retorno al turismo pre pandémico no era realista. 


Para comprender mejor lo que ha cambiado la pandemia, debemos adoptar tres perspectivas diferentes: una perspectiva general, una perspectiva centrada en los cambios individuales en respuesta a la demanda y una perspectiva empresarial.


El exceso de demanda sigue a la subdemanda


La pandemia nos ha impuesto toda una serie de nuevas experiencias muy fuertes. En primer lugar, nos enfrentamos a un gran número de infectados y enfermos y, en ocasiones, a una mortalidad muy elevada. De este modo, muchas personas han tomado conciencia de su propia vulnerabilidad. Las medidas decretadas para combatir el Covid-19 han limitado los contactos sociales y la movilidad, es decir, los dos factores en los que se basa el turismo. El turismo es, por tanto, junto con los eventos, uno de los sectores más afectados por la pandemia. 


El confinamiento provocó un acontecimiento poco común: un shock combinado de oferta y demanda. En otras palabras, la oferta y la demanda se bloquearon simultáneamente. Sin embargo, según el “Índice de rigor de la respuesta gubernamental” de la Universidad de Oxford, Suiza siguió un camino relativamente liberal durante la pandemia y salió bastante airoso. En una escala de 0 a 100 (siendo 100 la “puntuación” más estricta), el valor de Suiza se situó en 73 puntos el 1 de abril de 2020, 57 el 1 de diciembre de 2020 y 60 el 1 de febrero de 2021. En comparación, el valor máximo de nuestros países vecinos en estas tres fechas fue significativamente mayor: 92 (Italia), 82 (Austria) y 83 (Alemania) [2] . Mantener la apertura de hoteles durante toda la pandemia, incluso durante el primer confinamiento, o la apertura de zonas de esquí durante los inviernos de 2020-2021 y 2021-2022 son dos ejemplos de la orientación bastante liberal elegida por Suiza. Finalmente, hoy estamos aprendiendo a vivir con el virus y las incertidumbres relacionadas con él. Pero nos espera un proceso aún más largo antes de que encontremos un nuevo equilibrio económico y social. 


Esto también se aplica a muchos mercados turísticos donde la demanda insuficiente de los últimos dos años pronto podría ser reemplazada por un exceso de demanda acumulado. Entre todos estos retos, hay un aspecto positivo: muchas empresas y sectores han dado un gran paso adelante en el ámbito de la digitalización. Los grandes avances en el teletrabajo y las teleconferencias son particularmente importantes para el turismo. La separación fija entre el lugar de residencia y trabajo, por un lado, y el lugar de ocio y vacaciones, por otro, se ha atenuado con la pandemia. Hoy en día existen nuevas alternativas a los viajes de negocios, seminarios y conferencias, como reuniones y conferencias totalmente en línea.


¿Cuáles son las consecuencias para el turismo?


El levantamiento de las restricciones debería permitir que los viajes de ocio crezcan rápidamente, como lo demuestra el aumento de las reservas que registran actualmente las compañías aéreas. Muchos de estos viajes se realizan para visitar a familiares y amigos, a menudo repartidos por todo el mundo. 


Dado que estos viajes se realizan en ambas direcciones (desde y hacia Suiza), el flujo de visitantes debería volver gradualmente a los niveles anteriores a la pandemia. Por otra parte, se espera que los viajes de negocios se mantengan en un nivel muy bajo durante mucho tiempo. Actualmente, los expertos coinciden en que a escala global se espera que este tipo de viajes disminuya entre un 20 y un 30% a corto y medio plazo respecto a la situación antes de la pandemia. 


La Asociación Mundial de Viajes de Negocios estima que el mejor momento para alcanzar el nivel anterior a la crisis será alrededor de 2025 , en todo caso.


Planificación prudente del cliente


Vistos desde un ángulo individual, los efectos inmediatos y quizás a más largo plazo persisten e influyen en la demanda, como la nueva dinámica que reina en el entorno social directo: los "valores", cualquiera que sea su naturaleza, sólo demostraron ser temporales durante la pandemia. 


Todos aprendieron además lo que significa vivir con restricciones de comportamiento impuestas por el Estado, y cuando éstas se levantaron, muchas personas se impusieron sus propias restricciones, ya sea por coerción, por objetivos vinculados a su salud o por una aguda percepción de riesgo. También contribuyó la naturaleza potencialmente efímera de las certezas económicas (empleo, ingresos). Lo que queda tal vez sea la confianza en las propias capacidades para hacer frente a un entorno social muy problemático y volátil, y la flexibilidad que uno adopta en su propio comportamiento. 


Mucha gente se sorprende de lo que fue y sigue siendo posible. Por el lado de la demanda, es de esperar que los viajeros tomen decisiones más flexibles y a más corto plazo, aprovechando la flexibilidad cada vez mayor de las ofertas y la mayor digitalización de los procesos de reserva. Sin olvidar que tendrán una percepción más aguda de los riesgos: los turistas planificarán sus viajes con mayor cautela teniendo en cuenta aspectos sanitarios (por ejemplo, nuevas variantes del virus), factores económicos (ingresos, entorno profesional, inflación, etc.) o cuestiones regulatorias. (por ejemplo, posibles restricciones de viaje). El futuro nos mostrará si el deseo tantas veces expresado de viajar de forma más sostenible se hará realidad. Los clientes podrían estar más dispuestos a pagar por ofertas sostenibles y destinos seguros como Suiza.

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